Los escenarios de MalnaZidos, la peli zombie española de Netflix

El germen fue la novela Noche de difuntos del 38, que el escritor Manuel Martín publicó en 2012 posiblemente sin imaginarse que su recorrido la iba a llevar más allá del papel. Su escrito cayó en manos de dos cineastas aficionados al género de terror que, movidos por el entusiasmo y por las ganas de trabajar juntos decidieron adaptarla a la gran pantalla con el título de Malnazidos. Javier Ruiz Caldera y Alberto del Toro rodaron su película basada en el mencionado libro en 2019, la estrenaron en el Festival de Sitges en 2020 y en las salas comerciales en marzo de 2022.

Ahora, después de todo este periplo en el que la pandemia ha marcado los tiempos, está disponible en Netflix desde el pasado mes de julio. Y el recibimiento por parte de la audiencia ha sido más que positivo.

La trama, tanto del libro como de la película –cuyo guion firman Jaime Marques y Cristian Conti–, se enmarca en el contexto de la Guerra Civil española. Jan Lozano es un capitán del bando nacional que cae en manos del ejército republicano, pero pronto tendrán que olvidar sus diferencias iniciales para enfrentarse a un enemigo más potente: los zombies. Un experimento de los nazis ha convertido a los habitantes de un pueblo cercano en muertos vivientes y los protagonistas deben evitar que les muerdan para no convertirse en uno de ellos.

Un planteamiento clásico de las películas de zombies cargado de humor y sin ningún tipo de rigor histórico, un aspecto hecho a propósito. No se trata de una película sobre la Guerra Civil, sino de un filme de terror con un escenario bélico que resultó ser este.

El elenco pincipal está compuesto por Miki Esparbé , Aura Garrido, José Luís Callejo, Álvaro Cervantes, Jesús Carroza, María Botto, Manuel Llunel, Ayoub El Hilali y Sergio Torrico. Sus personajes corresponden a los arquetipos propios de este género (el héroe, el joven, la valiente, etc.) al que los realizadores de la película rinden pleitesía.

Ambos habían trabajado juntos en otras producciones anteriormente –Javier Ruiz Caldera de director y Alberto del Toro como montador– como Spanish Movie (2009), 3 bodas de más (2013) o Superlópez (2018), pero este es su primer trabajo como co-directores y no les ha ido mal como pareja creadora. Según los datos de Netflix, una semana después de su estreno en julio, Malnazidos alcanzó el primer puesto de las más vistas en España y el tercero a nivel internacional.

Cataluña, un escenario de muerte

Las localizaciones del filme, que sucede en alguna parte de la sierra española, se encuentran todas en territorio catalán. En concreto en Camprodon, Cardona, Cerdanyola del Vallès, Clariana de Cardener, Figueres, Garrotxa – Sant Privat d’en Bas, Hostalric, Martorell, Sant Esteve Sesrovires, Sant Just Desvern, Tavertet y Terrassa, según la información que ofrece la Catalunya Film Commission. 

Esta es una selección de aquellos que pueden resultar más sorprendentes a los visitantes, aunque ya se sabe que todos los pueblos tienen su encanto, aunque haya que buscarlo. 

Camprodon

Camprodon es uno de los pueblos más conocidos de la lista y que más visitantes recibe de la comarca del Ripollés, en Girona. Es famoso por el puente romano que se eleva sobre el río Ter, las paredes de piedra de sus casas y sus calles empedradas, así como por la calidad de sus embutidos –el bull y la longaniza, por ejemplo– y las galletas de la fábrica Birba (las tiendas de alimentación suelen estar llenas de turistas que se quieren llevar esos sabores a casa).

Cardona

Cardona, situado en la comarca barcelonesa del Bages, se encuentra dentro de la lista de los pueblos medievales mejor conservados de Cataluña. Su castillo data de finales del siglo IX y es obra de Wifredo el Velloso. Reúne elementos del gótico y románico, destacando en su edificación la torre del homenaje, que alcanza los 15 metros de altura. Las minas de sal de Cardona, una de las imágenes más reconocibles de la película, son otro de los motivos para hacer una visita a la localidad. 

Sant Privat d’en Bas

Las vistas de la naturaleza son uno de los principales atractivos de Sant Privat d’en Bas, situado en la comarca de la Garrotxa. Se trata de un pequeño asentamiento de edificios, entre los que destaca la iglesia, a la que se hizo referencia por primera vez en 1007. Uno de sus puntos cercanos de interés es el Salt de Sallent, un salto de agua que llega al río Gurn. 

Tavertet

Uno de los paisajes más impresionantes es el que se puede encontrar en Tavertet, un pueblo situado sobre un acantilado de 200 metros. Sus menos de 50 casas autóctonas se construyeron entre los siglos XVII y XVIII y componen un conjunto declarado Bien de Interés Cultural por el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya. Además de las vistas al valle de Sau y las Guilleries, entre los reclamos del pueblo brilla su patrimonio arqueológico, que incluye dólmenes del Neolítico.

Figueres

Y cómo no mencionar Figueres, uno de los nombres estrella de la lista gracias, en gran parte, a su vinculación con Salvador Dalí. De hecho, allí se encuentra el Teatro-Museo Dalí (también conocido como el edificio de los huevos) dedicado a la obra del artista y que está situado, valga la redundancia, en la plaza Gala-Salvador Dalí. Pero el pueblo tiene más ofertas culturales como el Museo del Juguete de Cataluña y arquitectónicas como el castillo de San Fernando, perteneciente al reinado de Fernando VI.