Situada en la comarca Canal de Navarrés, Anna es una bonita localidad de Valencia cuyo nombre -de origen prehistórico- significa fuente o nacimiento. Desde luego, quien se decidió por este topónimo sabía muy bien lo que hacía, pues el agua es la principal riqueza y reclamo de este paraíso de interior valenciano. No en vano, Anna también podría ser conocida como la villa del Agua, un sobrenombre que alcanza su máximo exponente en su laguna.
Apenas un kilómetro separa el municipio del flamante y refrescante lago de Anna. Un embalse alimentado por varios nacimientos de sus profundidades y que es el artífice de los diferentes paisajes de agua que fluyen y embellecen la localidad. Desde el paraje de L’Assut que se precipita en el Gorgo Gaspar, hasta lavaderos y abrevaderos, así como acequias que atraviesan el casco histórico.
Si bien en tiempos musulmanes esta laguna tenía como misión proveer de agua para el riego de las tierras de cultivo aledañas, hoy día, esta joya valenciana luce su mejor traje turístico tras su importante acondicionamiento. Unos trabajos que añadieron los ingredientes idóneos a la receta para disfrutar de un agradable día en cualquier época del año: parque infantil para los pequeños de la casa, la piscina municipal con socorrista y una zona de merendero con mesas y asientos para tomar un picnic.
Si a estas instalaciones le sumas la sombra que proveen los pinos y plataneros que abrazan el lago y la piscina natural que hay justo al lado, el resultado no puede ser otro que un mayúsculo destino turístico para vecinos y visitantes. Hasta se puede alquilar una barca de cuatro plazas -de abril a octubre- durante media hora (5 €) o una hora (8 €). Un plan perfecto para ir en pareja, con amigos, en familia o para disfrutar de uno mismo.
Como no podía ser de otra forma, el lago de Anna tiene habilitados aseos, así como restaurantes y chiringuitos con terraza donde picar algo. En cuanto a la tarifa de entrada, ésta es de 3 € para los mayores de 16 años y 1’50 € para quien no llegue a esa edad si se quiere estar todo el día; o de 1’5 € y 1 € -según la edad- si solo se va por la tarde.
El laberinto del lago de Anna es el más grande de la Comunidad Valenciana
Pero el atractivo de este enclave no acaba aquí. Junto al embalse se localiza el conocido como laberinto del lago, un área recreativa que tiene el honor de ser el laberinto vegetal de mayor tamaño de la Comunidad Valenciana y uno de los más grandes de España. Nada menos que 2 kilómetros de recorrido entre más de 4.000 cipreses. Todo un reto para la orientación.
Laberintos vegetales de España: pasillos verdes que aceleran el pulso
España está bien nutrida de laberintos vegetales y, de hecho, hasta hay una especie de competición no oficial para conseguir el más grande del país. Aquí os dejamos algunos de los laberintos rurales más espectaculares.
Como ellos mismos exponen: «Nuestro objetivo es que realmente puedas vivir una experiencia única que siempre recordarás. No importa tu edad o tus capacidades, todos pueden entrar en nuestro laberinto…». Una zona lúdica universal que cuenta con su propia cafetería y aparcamiento y que es accesible en silla de ruedas.
Para completar la escapada, en los alrededores hay varios puntos de especial interés, como la fuente de Marzo, un pequeño lago al cobijo de imponentes rocas; el Gorgo de la Escalera, un cañón esculpido por el cauce del río al que se accede por 136 escalones; la fuente Negra, un antiguo caserío junto a un lavadero; y el Gorgo Catalán, otro pequeño lago abrazado por árboles que bebe del manantial de la fuente Negra.
Sin lugar a dudas, un conjunto de recursos naturales especialmente acondicionados para vivir un día inolvidable cuando aprieta el calor.
Ruta del agua de Chelva: monumentos, cascadas y una piscina natural
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