Cuando oímos la palabra Duero nos viene con el sonido del río. Una corriente de agua que nace en Fuente de Duero (Soria) y que desemboca en el Atlántico a la altura de Oporto.
Su cauce ha ido perfilando a su paso un paisaje que se caracteriza por los más de 115 kilómetros de viñedos que se han alimentado de sus aguas y que, gracias a él, ha sido posible elaborar algunos de los mejores vinos de Castilla y León.
Ruta enoturística por el valle del Duero
Ribera del Duero, Toro, Rueda, Protos, Divina Proporción, Portia y Cigales son algunas de las bodegas que destacan en la zona y que han ayudado a desarrollar el enoturismo en esta Castilla y León. La especialidad: el tempranillo, considerado como uno de los mejores vinos de España.
Sin embargo, hay muchas más: 200 bodegas que van desde cavas medievales a instalaciones más vanguardistas. La gran mayoría ofrecen catas, participar en vendimias y deleitarse con la gastronomía del valle, en el que destacan los embutidos y el cordero asado.
El enoturismo en Castilla y León cuenta con diferentes rutas. Una de las más populares es la que comienza en San Esteban de Gormaz (Soria) y llega hasta Quintanilla de Onésimo (Valladolid), pasando por Burgos, donde se concentran la mayor parte de los viñedos.
Aunque si pensamos en el vino, Toro es una de las localidades imprescindibles, ya que cuenta con una de las Denominaciones de Origen con más fuerza de España. Zamora es tierra de bodegas.
El Bierzo, en León, tiene menos fama pero su vino es de alta calidad. La principal particularidad es que aquí tienen su propia uva: la mencía, autóctona y con mucho carácter.
Las diferentes rutas enoturísticas del valle del Duero disponen de varios puntos de interés como el Centro de Interpretación del Vino (CIAVIN), en Aranda del Duero; el Museo del Vino, en Peñafiel; y el Museo Interpretativo del Duero, en Hinojosa de Duero.
El Duero se puede recorrer en un crucero fluvial, haciendo parada en los principales lugares de interés; o con la ruta de senderismo GR-14 Camino Natural Senda del Duero.
Senderismo por la ribera del Duero
El Sendero GR-14 Camino Natural Senda del Duero sigue el curso natural del río desde Duruelo de la Sierra, en Soria, hasta Oporto, en Portugal. Son 755 kilómetros que cruzan Burgos, Valladolid, Salamanca y Zamora.
En Burgos, la ruta recorre la zona de las Merindades y Comunidad de Villa y Tierra hasta Aranda del Duero. En la provincia se pueden visitar algunas maravillas naturales como Las chimeneas de las hadas, un fenómeno geológico formado por la erosión de los torrentes de agua, también maravillas históricas como los yacimientos de Atapuerca. Aquí, además, se cruza la ruta enológica, ya que en la ribera burgalesa es donde se concentran la mayor parte de las bodegas.
En Valladolid, la Senda GR-14 Camino Natural discurre por Bocos de Duero, Peñafiel, Pesquera de Duero, Quintanilla de Onésimo, Sardón de Duero, Peñalba de Duero, Tudela de Duero, Fuentes de Duero, el Puente Herrera, Puente Duero, Villanueva de Duero, Tordesillas, Pollos, Castronuño y Villafranca de Duero.
En todas ellas hay puntos de interés que visitar, aunque la atención se la llevan el castillo de Peñafiel, la zona arqueológica de Pintia, las bodegas y los viñedos de Ribera del Duero y algunas de las zonas verdes como Tierra de Pinares.
En Toro, Zamora, se puede realizar la ruta románica. Algunos de los tesoros que se pueden contemplar en ella son la Puerta de la Majestad de la Colegiata, el Puente Mayor con sus 22 arcos y la colegiata de Santa María la Mayor, inspirada en la catedral de Zamora.
El contraste paisajístico zamorano lo encontramos entre las amplias llanuras de cereales y el Parque Natural Arribes de Duero, situado en la frontera con Salamanca. Se caracteriza por contar con 120 kilómetros de desfiladeros, algunos considerados como de los más profundos de la Península, con 400 metros de altura.
Un rincón verde protegido donde se puede disfrutar también del avistamiento de aves como el águila perdicera, el alimoche y la cigüeña negra.
Las mejores vistas de la provincia las obtenemos desde el mirador Peña del Cura, en Pinilla de Fermoselle, donde se pueden disfrutar de unas excepcionales panorámicas del Cañón del Duero. El meandro de Fermoselle es una de las joyas naturales más impresionantes de Castilla y León.
En Salamanca, la Senda GR-14 incluye Villarino de los Aires, Pereña de la Ribera, Aldeadávila de la Ribera, Saucelle, Hinojosa de Duero y La Fregeda. No hay que perderse una visita al Pozo de los Humos, ya citado por Unamuno en Por tierras de Portugal y España, ni la Zona Arqueológica de Siega Verde, uno de los mejores conjuntos del arte del Paleolítico y declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Las vistas las encontraremos en el mirador del Picón de Felipe.
Ruta lobos y lagos
El Parque Natural Lago de Sanabria es otro de los rincones verdes más valorados del valle del Duero. Su principal característica es que está repleto de lagos de origen glaciar como la afamada Laguna Negra.
La ruta continúa por Las Médulas, Paisaje Natural declarado Patrimonio por la Unesco, y por la sierra de la Culebra, donde está la mayor población de lobos de Europa occidental. Además de los picos de Urbión, también se puede visitar el cañón de Río Lobos, las Hoces del Río Riaza y del Río Duratón.
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