Es imposible contabilizar cuántos murales de arte callejero hay en el mundo. El espíritu del ‘street art’ es llenar paredes de color y mensaje y ese lienzo puede aparecer tanto en una calle de Nueva York como en una casa de una aldea recóndita en Soria. Esta práctica se ha librado del rechazo que causaba entre parte de la población (aunque aún queda algo) y ha pasado a considerarse como una forma de expresión artística más: el arte no tiene por qué estar solo dentro de los museos.
Los autores de estas obras no son –o no siempre– personas anónimas que se esconden tras una firma como Banksy, ni todos pintan sin permiso. De hecho, hay muchas instituciones o empresas que les contratan para embellecer sus sedes o alguna parte de la localidad. Y estos artistas también tienen seguidores. De hecho, los fanáticos del arte urbano son miles y muchos de ellos participan en la votación anual que organiza la plataforma Street Art Cities.
Ondarroa gana el tercer puesto de Street Art Cities
Este año optaban por el premio 100 murales de 30 países, así que destacar no es precisamente un objetivo fácil. Pero son los usuarios quienes votan sus favoritos a través de la app de la organización y resulta que una obra situada en el municipio español de Ondarroa, ha conseguido el tercer puesto en el podio de los ganadores. Firmada por la artista Murales Lian, nacida en Estados Unidos y asentada en Bilbao, representa unas manos de mujer tejiendo una red de pesca.
Según la web de Street Art Cities, la artista explicó el porqué de su mural con las siguientes palabras: “Durante siglos, las mujeres de Ondarroa gestionaron las actividades más importantes de la vida del pueblo. Este mural es un homenaje a muchas de esas mujeres. La tejedora, metódica y austera, es un arquetipo que se resiste a rendirse, es memoria viva. Cuando teje, teje algo más de lo que vemos a simple vista. La creación de la red es identidad individual y colectiva… y ya sabemos que la identidad colectiva es imposible sin memoria (…). Recordar es visibilizar, reivindicar, reparar”.
Este muro de Vizcaya es el mural español que más alto ha llegado, pero hay más obras repartidas por el estado que han conseguido puntuaciones más que aceptables.
Cinco de los diez primeros son murales españoles
En esta edición del concurso el primer puesto ha sido para Papelera, un mural elaborado por Studio Giftin en Tilburg (Holanda) y el segundo para Viaje de estudios de Martin Ron, que se puede ver en Buenos Aires (Argentina). Los murales españoles no aparecen hasta el tercer puesto, con el arriba mencionado Las manos de muchas. No obstante, hay hasta 5 premiados entre los 10 mejores murales del mundo y 9 entre los 20 finalistas.
Por ejemplo, el sexto puesto ha sido para el mural La taberna de Platón que Slim Safont y Wedo Goas pintaron en Tudela. Christian Sasa quedó un puesto por detrás con su pintura Dulces, alegría y felicidad que se puede ver en Burgos y el octavo puesto fue para la obra Guardia Civil realizada por Diego As en Lugo.
Curiosamente, el octavo puesto ha sido para el ganador del primero el año pasado: Diego As, que se hizo con la victoria gracias a su mural Julio César, también realizado en Lugo, su ciudad natal.
Este artista cogió su primer spray a los 15 años y pintó paredes de colores repartidas por numerosas ciudades: desde Oviedo a Granada pasando por Oporto, Madrid, Granada, Málaga o Barcelona. Después de ganar experiencia y formarse en artes gráficas, ha conseguido convertir su pasión en su trabajo y desde 2015 se dedica al arte urbano de manera profesional, aunque nunca ha dejado de lado sus proyectos personales.
El top ten se cerró con otro mural español: Nexgraff, plasmado en una pared de Pasaia, en la comarca de San Sebastián. La Asociación Musical Illumbe promovió dicho trabajo para celebrar su 50 aniversario. En total, 29 murales situados en España, repartidos por nueve comunidades autónomas, participaron en la competición. Un dato: Algunas localidades como La Bañeza, que no es precisamente una gran metrópolis, acoge a dos de ellos.
Otros pueblos que aparecen entre los finalistas son Cambre y Carballo, en A Coruña; Ontinyent y Alberic, en Valencia; Carbajo y Villar del Pedroso, en Cáceres; Penelles, en Lleida; e Ibros, en Jaén.
En la pasada edición España quedó en 1º puesto
En la edición del año pasado, en la que se escogieron los mejores murales de 2021, también hubo españoles que ocuparon puestos bastante altos. Como mencionamos anteriormente, Diego As logró alzarse con el primer premio gracias a su Julio César. El cuarto puesto fue para Tardor Roselló por una pintura realizada en Dénia durante la celebración del Día del Niño y el Adolescente, en el marco del acto de Urbajove. Representa el rostro de una chica enmarcado por hojas y vegetación que simulan su cabello y que, a su vez, se fusionan con unos arbustos.
El quinto puesto se lo llevó el artista británico Grimshaw (una leyenda del mundillo), que dejó plasmado en una pared de Murcia el reflejo de las comunidades tribales africanas amenazadas por el ritmo implacable de la globalización. El sexto también se quedó en España gracias a la pintura Tinte Rosa ubicada en Burgos y obra de Espinosa. Según recogió la web de la organización, el artista dedicó su mural: “A todas aquellas personas que desde niños, llenos de alegría y esperanza, se mancharon las manos con pintura. Me siento representado en ellos porque yo también era así”.
Hubo otras dos obras que entraron en el Top 10 de las votaciones. El séptimo puesto fue para Mon Devane y su mural dedicado a Xermán Arias, un luthier asentado en la localidad de Sarria, en Lugo. Y la también gallega Lula Goce cierra la lista con una pintura realizada junto al Centro de Salud Norte de Aranda de Duero. La obra mide 500 m² y rinde homenaje a todas las personas que padecen cáncer de mama. Su objetivo era visibilizar la enfermedad y, sobre todo, incidir en su prevención.
Ruta de street art por el rural gallego
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Villangómez, el pueblo con más arte urbano de Castilla y León
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